El gobernador de California, Gavin Newsom, firmó una ley que obliga a los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) a mostrar su placa y no cubrirse el rostro durante operativos, con el objetivo de reducir el miedo y el terror que generan las redadas en el estado. La medida entrará en vigor en enero y marca la primera legislación de este tipo en Estados Unidos.
La nueva normativa también limita el acceso de los agentes a escuelas y hospitales, exigiendo orden judicial previa y notificación a familias y pacientes cuando se realicen operativos. Según la oficina del gobernador, los ciudadanos deben saber que están interactuando con agentes legítimos, y solo se permitirá el uso de máscaras cuando sea estrictamente necesario.
Newsom firmó la ley en Los Ángeles, ciudad emblemática de las redadas de ICE, y criticó las políticas migratorias del gobierno de Donald Trump, calificando de “policía secreta” a los operativos en los que agentes no se identifican y detienen personas en la vía pública.