Oaxaca reporta cinco casos confirmados de sarampión y 74 probables, según la Dirección General de Epidemiología. Aunque no se registran defunciones ni brotes activos, la situación pone en evidencia los rezagos en la cobertura de vacunación infantil y en los refuerzos para jóvenes adultos.
La baja incidencia en la entidad no debe generar confianza; el virus sigue circulando en otros estados y podría propagarse fácilmente a comunidades vulnerables. La vigilancia sanitaria en Oaxaca depende de recursos limitados y medidas reactivas, lo que deja a la población expuesta a un riesgo prevenible.
Especialistas advierten que la falta de campañas efectivas de vacunación y de seguimiento a esquemas completos hace que la entidad siga siendo susceptible ante un brote mayor. La responsabilidad recae en la autoridad sanitaria, que debe garantizar cobertura completa y acceso oportuno a la vacuna para evitar que Oaxaca se convierta en un foco de propagación del sarampión.