La Unión Europea avanza hacia una modificación significativa de su esperada Ley de Inteligencia Artificial, considerada la regulación más estricta del mundo en esta materia. De acuerdo con recientes comunicados desde Bruselas, la Comisión Europea prepara una simplificación del marco digital que afectará directamente los requisitos, plazos de cumplimiento y posibles sanciones para empresas que desarrollen o implementen sistemas de IA.
Entre los cambios discutidos destacan periodos más amplios para que las compañías adopten las nuevas obligaciones y un posible retraso en la entrada en vigor de medidas relacionadas con transparencia algorítmica y documentación técnica. Esto significaría que, en algunos casos, los requisitos podrían aplazarse hasta 2027, dando a la industria un margen mayor para ajustar sus operaciones.
Este giro en la política europea ocurre tras meses de presión de grandes compañías tecnológicas, que aseguran que la excesiva regulación pone en desventaja a Europa frente a Estados Unidos y China, regiones donde la innovación avanza con menos restricciones. Sin embargo, organizaciones civiles y defensores de derechos digitales expresan preocupación, pues temen que la flexibilización debilite la protección de usuarios y consumidores, especialmente en temas como privacidad, uso ético de datos y sistemas de alto riesgo.
La actualización del marco normativo será debatida en las próximas semanas, y se espera que defina el rumbo de la regulación tecnológica global, donde Europa ha sido un referente durante la última década.
