El fiscal general de Michoacán, Carlos Torres Piña, informó que existen indicios sólidos que vinculan al Cártel Jalisco Nueva Generación con el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Alberto Manzo Rodríguez, ocurrido el pasado 1 de noviembre.
En entrevista con El Financiero, el funcionario explicó que el arma utilizada en el ataque también fue empleada en dos homicidios previos en esa misma ciudad, ambos relacionados con grupos rivales del CJNG.
De acuerdo con las autoridades, Uruapan es una de las zonas más disputadas entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Caballeros Templarios.
El fiscal no descartó que el crimen esté relacionado con la reciente detención de René Belmonte Aguilar, conocido como “El Rino”, presunto líder regional del CJNG, una captura que el propio alcalde había difundido públicamente.
Torres Piña señaló que ya se investiga la posible participación de dos personas más en el homicidio: una que habría proporcionado ropa al sicario y otra que lo acompañó antes del ataque.
Además, declararon los 14 elementos de la Guardia Nacional que integraban la escolta del alcalde y ocho policías municipales responsables de su seguridad.
El fiscal aclaró que, pese a las declaraciones públicas del alcalde sobre presuntas amenazas, nunca presentó una denuncia formal ante la Fiscalía estatal. También confirmó que, hasta el momento, no existen reportes de amenazas contra otros presidentes municipales de Michoacán.



