El Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) informó que dejará de otorgar licencias de conducir comerciales a migrantes en ciertas categorías, entre ellos quienes cuentan con Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), solicitantes de asilo y personas refugiadas.
La medida, explicó la dependencia, responde a lineamientos federales que buscan limitar la cantidad de personas con acceso a este tipo de permisos, indispensables para operar camiones de carga o vehículos de transporte de pasajeros. El DPS sostuvo que la restricción forma parte de un compromiso con la seguridad en carreteras.
El anuncio ocurre semanas después de que el gobernador Greg Abbott instruyera a la policía estatal a verificar que los conductores con licencias comerciales cumplan con los requisitos federales impulsados por la administración de Donald Trump, entre ellos demostrar dominio del inglés. Desde abril, una orden ejecutiva del presidente obliga al Departamento de Transporte a aplicar pruebas de idioma a choferes de vehículos pesados.
Mientras la Casa Blanca justifica la medida por presuntos “problemas de comunicación” que representan riesgos viales, la Asociación Nacional de Camioneros ha rechazado el argumento, asegurando que no existe evidencia de un aumento de choferes extranjeros que desplacen a trabajadores estadounidenses ni que afecten la seguridad pública.
